Afrontar un diagnóstico de cáncer de próstata provoca en el paciente y en su entorno más inmediato un gran sentimiento de miedo y dolor. La negación de la realidad o, incluso, la depresión son algunas de las consecuencias que puede suponer una situación de este tipo. Por ello, el Círculo de Braquiterapia Prostática (CBP) recomienda que tanto la pareja como los familiares más cercanos establezcan un plan de acción para ayudar al paciente a afrontar el proceso de la mejor manera posible.

Mantener abiertas las vías de comunicación y hablar sin tapujos sobre la enfermedad son aspectos clave para ir asumiendo la situación y sacar al exterior toda la tensión generada. Asimismo, no hay que descartar la posibilidad de recurrir a ayuda externa a través de un grupo de apoyo, donde se compartan sentimientos con personas que están pasando la misma experiencia. Un psicólogo también puede ayudar a reorganizar sentimientos, emociones y perspectivas vitales.

Estar bien informado sobre todo lo relacionado con el tumor y el estado en el que se encuentra, ayuda a adaptarse a la situación y mantener la calma. Para ello, el paciente debe dejar de lado la timidez y plantearle al médico todas las preguntas que se le ocurran, hasta que lo haya comprendido todo.

En este sentido, es aconsejable que la pareja o un familiar cercano acompañe siempre al paciente cuando vaya a la consulta médica, con el objetivo de suprimir la sensación de soledad ante la enfermedad. También hay que evitar que el paciente deje de comer o de hacer ejercicio. En esos momentos es de gran ayuda seguir una dieta sana baja en grasas y rica en fibra y dar un paseo diario de una hora de duración para mejorar el estado muscular y mental.

En definitiva, a la hora de afrontar una enfermedad como el cáncer de próstata, mantener una actitud mental positiva favorece a una mejor recuperación. Existen multitud de estudios y aplicaciones de los mismos que relacionan íntimamente el pararelismo entre cuerpo y psique. Los pensamientos negativos agravan la enfermedad, por lo que pensar en positivo ayuda a mejorar la calidad de vida.